Entre los principales se encuentran la definición clara de ideas, del establecimiento de lo humanístico como lo más importante, la preparación para el estudio y el trabajo, la renovación pedagógica, el uso de recursos varios y un compromiso público entre las esferas más allegadas। Sin embargo nada de esto ha resultado sencillo, pues muchas de estas propuestas ya se han planteado, en el caso de México, y se ha demostrado que resulta muy complicado dirigirlas cuando en la práctica nos encontramos: los tiempos, el papeleo administrativo, las juntas constantes, las clases diarias, los “cursos” académicos, entre otros requerimientos más ralentizan el curso anhelado de la educación real.
A pesar de todo esto, el camino sigue y debemos continuar con nuestra labor de la mejor manera, concentrados con lo que debemos hacer, lo que se necesita para laborar y claro está, la convicción en que lo que hacemos es lo correcto.
L। Boyer, Ernest, La escuela: una agenda para la acción, “High School: An agenda for action”, en High School. A Reporto n Secondary Education in America, Harper & Row, pp. 301-319.
Miércoles 17 de noviembre de 2010
La adolescencia es una etapa compleja, nosotros como futuros docentes de secundaria tenemos una difícil tarea, tratar con jóvenes con comportamientos, actitudes, pensamientos y expectativas muy pero muy diferentes a las que nosotros tuvimos en nuestra etapa adolescente. Aunado a esta situación la escuela como institución educativa requiere de nuestra labor en distintos ámbitos los cuales debemos combinar con tratar con adolescentes que por si solo ya es una tarea difícil. considero que hacen falta estímulos al trabajo del maestro que considero uno de los trabajos mas desgastantes tanto físico como mentalmente y al cual en ocasiones solo se critica y no se piensa en lo complejo que es esta carrera.
Por: Emelina Rodríguez Oceguera