“…el estudiante esta a la deriva de para qué está estudiando…” (Googman, 1985).
Con estas lecturas no solo podemos remitirnos a la sociedad americana, ya que tenemos la oportunidad de entender el por qué de las sub-sociedades y las culturas juveniles que ya se han hecho presentes en gran parte del mundo gracias a la globalización. Pero no es el ámbito social, emocional o familiar de los jóvenes lo que nos debe importar únicamente como un estudio social, sino el cómo éstas estructuras ideológicas, de comportamiento y rechazo a la cultura adulta han permeado a las escuelas de apatía hacia los maestros y los currículos académicos.
Esta fuerza que subyace en el interior mismo de las orientaciones sociales, que cada día se ven más alejadas del bajo nivel espiritual que contraen los jóvenes sobre todo en l adolescencia o de los extintos ritos de iniciación que delimitaban las responsabilidades de cada persona, han creado en la llamada “sociedad del consumo” una desintegración de la “cultura única”, ya sea por el pronto acercamiento a la sexualidad, a las drogas (socialmente aceptas ó no) ó porque su etapa de estudiante se ha prolongado hasta el doctorado, sin pensar en este periodo en obtener un trabajo, hacerse cargo de una familia (casarse), lo que al final perecen ser los únicos caminos para darle sentido real y no solo teórico a su formación en las escuelas y la vida.
*Nota: si bien la cita corresponde a "un caso común nada especial" la entrada menciona sobre el acercamiento a la sexualidad y la perdida de valores, lo cual se desarrolla en "el universo discursivo en el cual se crece".
Goodman, Paul (1985), “El universo discursivo en el cual se crece” y “Un caso común, nada especial”, en Olac Fuentes Molinar (comp.), Crítica a la escuela. El reformismo radical en Estados Unidos, México, SEP/El Caballito, pp. 65-88.
Por: Gustavo Alonso Flores Hernández
Avanzando y aprendiendo...
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Equipo
- Bernabe Santiago Julio César
- Cigarroa Estrada Óscar Ángel
- Flores Hernández Gustavo Alonso
- Morales Flores Uriel Vicente
- Morales Pérez Domingo
- Rodríguez Oceguera Emelina
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Todo en esta vida tiene contrastes, nuestra sociedad no está exenta de ello, se presentan una dualidad en el discurso y la práctica. Por un lado nos dice como actuar, por el otro nos denota un claro contra ejemplo, los adolescentes se dan cuenta de ello, poniéndolos en una disyuntiva ante la forma de hablar, comportarse, relacionarse, etc., en fin, la forma correcta “de ser”.
Si a esto le sumamos las complejidades y problemáticas propias de la edad, es fácil afirmar la confusión de la que son presas.
En vez de señalarlos como grupos vulnerables, ¿no sería idóneo apoyarlos?, considero que si, apoyarlos desde nuestro papel docente, brindarles las oportunidades de desarrollar un criterio ante situaciones comunes, que analicen las implicaciones de sus actos, ya que solo ellos serán los forjadores de su futuro.
En este panorama un tanto desalentador, la luz esta justamente frente a nosotros.
Por: Oscar Ángel Cigarroa Estrada
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La desigualdad es una temática larga de abordar, pero sin duda es un tópico importante a tratar y de necesaria atención. En nuestro país la desigualdad reincide demasiado en nuestro sistema educativo, y otros aspectos por supuesto, en las zonas indígenas, marginadas o simplemente en comunidades poco favorecidas. Sin duda alguna es la desigualdad uno de los vicios más difíciles de vencer que tiene nuestro país y no solo en materia educativa. Nuestro país con respecto a otros se encuentra carente de muchas cosas y la calidad educativa es una de las mayores preocupaciones ya que si no hay una buena c calidad educativa ¿Cómo pretendemos progresar como país? ¿a caso creemos que la política es la única forma de remediar las problemáticas actuales que vivimos como la inseguridad, la drogadicción y al violencia brutal que vivimos día con día?
Por: Emelina Rodríguez Oceguera
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El poder, la búsqueda interminable por dominar a otros, el deseo de gobernar, la necesidad de sentirse supremo son sólo las primeras acciones que encuausan hacia un deterioro social, la destrucción del humano por sí mismo. Más aun resulta inquietante reconocer que las desigualdades han existido desde tiempos inmemorables, desde aquellos que imponen su religión hasta aquel que comparte inequitativamente un pastel. Probablemente sea correcto mencionar que la avaricia pudiese ser el antivalor que nos mantiene en el punto intermedio entre humano y animal. Es entonces que el dinero ha sido la peor de todas las creaciones humanas, el causante material de todas las desgracias, el motor de nuestro presente. Anhelo días en que no se pagué con dinero, en que los metales preciosos, las piedras brillantes y los placeres carnales son sean considerados como pago.
Las diferencias sociales incluyen lo físico y la ideología, qué necesidad existe de reprochar algo que desconocemos totalmente, por qué no podemos tolerar a otros, por qué el humano siempre cree tener la razón. La educación debe ser, ahora, la única herramienta para revertir este proceso.
Por: Uriel Vicente Morales Flores
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Sin duda el carecer de recursos para sobresalir se presenta en todo el mundo, pero más en nuestro país donde marcan mucho las desigualdades. Tal parece que a nuestro país le conviene tener una población hundida en la ignorancia, ¿Cómo evitaremos eso? La verdad la educación es la puede revertir ese retroceso y es aquí donde entra nuestra función como docentes, poder brindar a los estudiantes herramientas necesarias, para poder ser una persona activa para la sociedad. Los límites se encuentran en nosotros mismos, en la mente; de tal forma que no hay motivos mayores que nos impida seguir adelante.
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Sin duda el carecer de recursos para sobresalir se presenta en todo el mundo, pero más en nuestro país donde marcan mucho las desigualdades. Tal parece que a nuestro país le conviene tener una población hundida en la ignorancia, ¿Cómo evitaremos eso? La verdad la educación es la puede revertir ese retroceso y es aquí donde entra nuestra función como docentes, poder brindar a los estudiantes herramientas necesarias, para poder ser una persona activa para la sociedad.
Los límites se encuentran en nosotros mismos, en la mente; de tal forma que no hay motivos mayores que nos impida seguir adelante.
Por: Julio César Bernabe
Los primeros dos párrafos es claro que corresponden a otra lectura, ¿se dan cuenta?