Como hemos venido viendo a lo largo de nuestra estancia en la escuela normal y más en concreto en el curso de la asignatura, la educación secundaria tiene problemas muy profundos, no sólo en nuestro país sino a nivel goblal, ya sea por distintos factores sociales, políticos culturales, económicos y de objetivos.
Pero principalmente en nuestro país (como es el caso de algunos países latinoamericanos) el nivel secundaria ofrece un bache enorme de problemáticas y situaciones conflictivas de las cuales debemos dar cuenta y preocuparnos por buscar una ruta de acción para contrarestarlo, en todo caso lo más díficil es llevar a cabo estos procedimientos.
Como ya observamos no todo se resuelve con una reforma, pero esta puede darnos pautas más rigurosas para llevar un método variable que nos conduzca a mejorar la calidad de la educación en busca de mejores condiciones sociales, económicas y más allá en busca de un bienestar y felicidad de todos los mexicanos.
La situación es alarmante, pero las soluciones pueden tan básicas como el mismo compromiso de los agentes involucrados en el proceso educativo, ya sea desde los padres, alumnos y maestros hasta esferas más altas como supervisiones escolraes, sindicatos, secretarios y gobernantes.
Para comenzar a pensar en un amplio progreso en la escala económica y social debemos regresar a consolidar conceptos como los valores, las buenas costumbres, el amor al trabajo y sobre todo a aprender. Si un docente es congruente en lo que quiere, lo que es y lo que esta preparado para ofrecer su situación laboral lo protegera de males como la desepción en la enseñanza y el amor a al docencia.
Parte importante de este discurso se centra en los objetivos que los alumnos tienen de la escuela y de como nosotros maestros somos parte de los mismos; talvez esto suene a que si ponemos los objetivos en los educandos nos quediariamos en escuelas sin alumnos, pero esto no debe ser seguro, ya que si podemos eencontrar la forma de equilibrar gustos, metas, sueños, pontenciales, y condiciones favorables que tienen lso alumnos, con un trato amable, respetuoso, que persigue los objetivos del plan y programa, el perfil de egreso, lo que los padres esperan de la escuela y lo que los estudiantes mismos esperan se confluira en un sistemás que genera ganancias emocinales para todos.
Esto podria ser parte unicamente de un relato a larguisimo plazo, con espectativas muy amplias, pero para lograrlo debemos comenzar a trabajar todos los días, en pequeñas situaciones con preguntas que dejen una reflexión pertinnte, hacer la rutina diferente e interesante para el alumnos, que se sienta bien y no presionado en la escuela, que la misma deje de ser un lugar al que hay que asistir de manera obligatoria y por ncesidad o compromiso.
Si cambiamos este esquema habremos dado el paso más importante y trascendental en la vida de aquellas personas para quienes tarbajamos y por quienes nos debemos esforzar, y no me refiero al Estado.
Por Gustavo Alonso Flores Hernández
Por Gustavo Alonso Flores Hernández
Macedo, Beatriz y Katzkowicz, Raquel (2001), “¿Hacia dónde debería ir nuestro educación secundaria y bajo qué modalidad?”, en Educación Secundaria: Balance y Prospectiva (documento de discusión). Santiago de Chile: Séptima reunión del Comité Regional Intergubernamental del Proyecto Principal de Educación en América Latina y el Caribe